Calambres en el alma...

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Vengo padeciendo desde hace unos dias un mal, un síndrome ... un mmmm..., no sé ni supe como expresarlo...

Es eso que te abarca por completo, que parece una tontería, pero al no poder descargarlo lo llevás ahí muy dentro y ni siquiera podés expresar lo que te hace sentir...
Sorpresa?, dolor?... o esto peor que te asusta de solo pensarlo...: ¿me estaré acostumbrando a éste tipo de cosas?

El caso es que pesa..., y llevo queriendo hablar de ello, volcar algo para sentir con eso que le puedo poner un punto y a otra cosa, pasar página. Pero no fué hasta anoche, cuando curiosamente un gran amigo me invitó a leer algo que habia escrito...
...a medida que iba leyendo sus palabras me fuí metiendo más y más en ellas... a tal punto, que cuando terminé, volví a releerlo varias veces y me sentí relajada. Si..., gracias a él, como cuando leemos a nuestro escritor favorito y nos sentimos así de inspirados..., hoy puedo darle un PUNTO a todo esto... y a otra cosa ...

A continuación parte del texto que más placer me dió leer:

" ....

Lo de los parásitos es un mal endémico. Lo sabes bien. Te hunden su navaja, bien afilada, en el estómago y luego sonríen pícaros, graciosos. Y todo porque difunto no les interesas. No te quieren en la trinchera enemiga, ni bajo tierra, rígido, pálido. Te prefieren inocente, gordito y, por supuesto, sano. Para sangrarte mejor. Los parásitos son, de lejos, la especie humana más inteligente: simpáticos, holgazanes, aprovechados.

A mí no me gustan los parásitos. Me siento asesino, sí. Pero no me compadezco de ellos al matarlos. Ni, desde luego, me lavo las manos tras el homicidio. Sólo procuro limpiar la sangre que salpica las paredes o el suelo. Y aliviar, salando, las heridas producto de sus picotazos. Poco más.

Me duele, sin embargo, mirarte a los ojos y reconocerte parásito. Porque te consideré amigo primero. Me duele cortarte las alas y el aguijón. Y ese silencio tuyo malévolo, miserable. Me duele, me duele demasiado haberte matado.


PD. Evidentemente, tu muerte ha sido metafórica. No leerías estas líneas si no. Ni seguirías chupando la sangre –y la paciencia– de toda esa gente a la que rondas sigiloso.

Jesús Serna

Ahora, tras llamar párasito a todo ello que otro nombre no encontraba..., comparto con mi amigo una canción de un grande que nos unió muchas veces....

Charly García - Promesas sobre el bidet-

y finaliza este calambre....

gracias Jesús... por esto y por todo lo demás que vos y yo sabemos ;)